A veces es mejor callar,
finjir que todo esta bien.
Tragarse las lágrimas
y ahogar el llanto amargo
bajo aquella espesa bruma
del como siempre:
"nada pasa".
Aveces solo soy
un juguetico virtual
en manos de un niño mangansón.
Una respuesta optativa
cuando yo pensaba que era la solución.
A veces, es solo una noche más
cuando la luna se oculta
tras unos nubarrones de cristal.
Es solo a veces cuando
suelo mirar atrás
y recordarme de las cosas
que solían pasar.
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