7 sept 2017

A mi Phael

Aún no te olvido, he intentado hacerlo en brazos de otro hombre, con las mieles sin sabores de otras pasiones, hasta e intentado ahogar mi llanto pesaroso del "nada me pasa, ya le olvidé" bajo los efectos traicioneros del ron.

Pero al final de la partida, cuando me toca enfrentar mi reflejo en el espejo, mi espectro ante la soledad de mi cama, mi pensamiento va lejos y se refugia en ti, es justo entonces cuando decaigo. No estoy bajo los efectos secundarios del alcohol, y lo afirmo: aun no, te llevo conmigo.

Esta es tan solo otra lágrima que por gracia divina, a ti no llegará.

A distancia, por cartas que no recibirás jamás, te querré en silencio y en la oscuridad, donde no te hiera mi sentir, ni mi pensar


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