7 oct 2018

Al final de cuentas ¿Que es lo que somos?

Harán ya de 15 a 16 años, la verdad es que ya no lo recuerdo bien, pero si me acuerdo del motivo, era el día en que fallecía mi abuela materna y la casa estaba revestida de lagrimas y dolor por doquier.
La ubicación de dicho suceso era en un sector de la parte baja de la ciudad por lo que el nivel de entendimiento de algunas personas no difiere mucho de algunos animales de selva virgen.

El hermano de mi madre acababa de llegar en su vehículo a la casa después de hacer varias diligencias por motivo a la pérdida, como la calle era pequeña, los de los alrededor se sentaban en sus ceras juntos con otras personas para ver el movimiento.   Mi tío se parqueó en el lugar acostumbrado y subió las escaleras para reunirse con sus hermanos, mas atrás sube un joven de aspecto poco razonable con un machete en la mano vociferando que lo va a matar por que le pisó los pies con el vehículo...      Tuvieron que detener el duelo en la habitación donde aun se encontraba la difunta para prestar atención en los gritos que provenían de la antesala.     Gracias a Dios el tema no pasó a mayores y, no sé de que forma, lograron que el personaje se retirara a su jaula sin derramar una gota de sangre en la casa.

Anoche viernes, fue una noche como cualquier otra... unos en sus casas otros en las calles, y según va decayendo la hora, unos duermen y otros... otros aprovechan la hora para hacer sus averías en ausencia de la policía (hookah preparadas, atracos, drogas, prostituciones, etc.).      Recalco que la noche de anoche era una noche como cualquier otra.

Hasta que amaneció y nos desayunaron con la pérdida irremediable del marido de una prima de mi pareja... Quedamos todos impactados con la noticia, al ser tan fresca la información pues la veracidad era dudosa, todos tenían una opinión distinta a la anterior de como ocurrieron los hechos que culminaron con la vida de una persona.

-Que lo estaban atracando para llevarle el motor y lo mataron de un disparo.
-Que estaban jugando dominó y comenzaron a discutir, ambos tomaron machetes, luego se retiran y el contrario vino con un arma y le mató.
Ya no sabíamos en quien o que hecho creer.

Al fin y al cabo lo que si estábamos seguros es que el occiso feneció de camino al centro médico mas cercano.

A las 2:00 pm sería el funeral en una modesta capilla de una funeraria cerca del hospital, al cual asistirían sus mas allegados, su pareja, quizás asista su, ahora, huérfana hija, los familiares y el ¨coro¨.

Hoy domingo, 9:00 am sería el entierro, a donde asistirían todos los demás mencionados en adición a la mitad de la juventud del barrio.

Así pasó la vida de alguien, sin importar su posición, su raza, así pasó sin mas lamentos, murió don fulano en un oscuro callejón y con, tal vez, miedo al ver a su perpetrador sin nadie que le pudiera extender la mano para evitar aquella bala fatal.

¿Que somos al final de cuentas? ¿De que se trata este juego barato que le llamamos vida? No queda mas que seguir adelante, día tras día, confiar en Dios, en que llegaremos a nuestro destino sanos y salvos a brazos de nuestros seres queridos, teniendo en cuenta que tal vez y solo tal vez estemos vivos otro día para dar las gracias por tanto por algo tan frágil.

El personaje del que hablo en la parte superior del texto se trata del ahora fallecido.
La vida da muchas vueltas, hoy abajo, mañana sabrá Dios en donde, y así, solo hay que ser conscientes de en donde estas y que no sabes lo que mañana pasará.  No lo juzgo por sus errores de juventud, no lo juzgo por lo que aquel dia pudo pasar, lo juzgo por el sentimiento que tuvo al levantar la vista y ver como su luz se llegó a apagar lo mismo que pretendía hacer en casa con mi familiar.

Descansa en paz Kiansi, donde quiera que te encuentres.


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