7 oct 2018

Anteojeras humanas

Aveces salimos a la calle tan enfocados en lo que queremos, en resolver nuestros problemas, en hacer eso que tanto queremos que olvidamos que en el camino nos podemos topar con personas a las que le podemos ayudar de una manera tan sencilla.

Y así vamos por la vida, con las anteojeras puesta para no desviarnos de nuestro andar y con ello evitamos mirar lo que pasa a nuestro alrededor.

Yo puedo ser la ayuda que tú necesitas, y tú puedes ser la ayuda que alguien mas necesita. y así.

En una de mis andadas escuché la corta pero efectiva predica de un pastor, en la cual decía: que se encontraba un hombre joven rezando en una iglesia para que el Señor le ayudara con 5 millones de pesos, con eso él podía resolver sus problemas y repetía lo mismo una y otra vez, una y otra vez, hasta que en unos segundos de silencio se dió cuenta de que unos bancos mas atrás había un señor de edad que le rezaba al mismo dios de aquel templo pidiéndole de manera vehemente 5 pesos, 5 pesos, una y otra vez.  El hombre joven, con su mano en el bolsillo, se acercó al mayor y le extendió el dinero solicitado diciendo le "Toma, no me lo distraigas con tus problemas".

Ese día me encontraba tratando de cruzar una concurrida avenida de mi ciudad capital con mi hermosa barriga, un conductor de un gran camión de la vía mas lejana a mi se detuvo para darme el paso, pero el carril mas próximo no me dejaba pasar, cuando decidí aventarme para parar el transito con mi voluptuoso cuerpo me dí cuenta de que el conductor no estaba pensando en lo que había a su alrededor, parecía como si conduciera en modo automático, cuando se percató de mi ya era tarde para darme el paso. Pero eso no evitó en que yo pensara ciertos comentarios negativos que disfrazaba muy bien con mi sonrisa, sonrisa a que dicho conductor me devolvió de una manera tan amable.  Al final logré cruzar no sin antes darme cuenta de la forma en la que vamos por la vida.

Mirar hacia los lados no cuesta nada y hasta salvavidas, tú puedes ser el ángel salvador de quien menos lo esperes y sin que te cueste nada (muchas veces).

Y para culminar...

No se olviden de compartir y de hacer el bien, pues tales sacrificios son los que agradan al Señor.    Hebreos 13:16

No hay comentarios.:

Es como una infección muda

Y pensar que ahora  sustituyo el perfume  que tanto me embriagó  en una copa de ron,  irónica es la vida  que sustituye eternos olores  por ...