Cuando en el frío invierno
la soledad comienza a llorar,
cálidos cristales por
la sombra de los arboles,
se comienzan a estrellar.
Cuando las gotas del rocio
se amenazan con secar,
se escuchan susurros
en los vientos, y largos
gemidos que carecen
de final.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario