15 ago 2017

Todo estaba bien: reíamos, recordábamos de todo un poco, charlabamos hasta que fue muy tarde y comenzamos a profundizar y en ese instante fue cuando dije las palabras que él no creyó verdad.

Así fue todo aquello, ligero roce de una despedida, abismo profundo de los que reconocen el precipicio más se avientan en el pensando aterrizar bien cual si llevaran paracaídas.

No es el final de la hoja, es solo que como él, no quiero decir adiós.

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