Ahora que lo pienso, un personaje digno de mi admiración es Felix Sanchez: en su brazo derecho lleva pasmado el símbolo de "Superman", aunque vuela sin capa y en su pecho, sobre su corazón lleva tatuado, ondeando eternamente la bandera tricolor, no necesito otro héroe, me basta con aquel que modele su nacionalidad pero de corazón.
¿Sabes lo que implica nacer en una nación que lo tiene todo, que lo quiere todo, que se apodera de todo? y de buenas a primeras nace este ser único, mundialmente hablando, el mejor, entrenadores de calidad y TODO LO MEJOR PARA ÉL. Estados Unidos veía en este hombre todos los galardones hasta que ese hombre dijo "estoy listo". El tío Sam se sentó en su trono y consintió que se tatuara el símbolo de Superman, pues esto es lo que es "Super Felix Sanchez". Luego agitó su cetro concienzudamente y anti si se postro ante una mesa llena de dólares, fama y reconocimiento durante toda la evidad y la gloria misma. Sánchez valoró aquel detalle, después de todo solo era eso: Tanto para él y tan poco que él quería.
Sammie vió nacer y crecer a este novato, lo vio hacerse grande, alto y rápido entre las vallas, este mortal supo como ganarse la atención de este monstruo grande en apariencia de ángel: El tío Sam le concedió la voz y Súper Sánchez habló:
Perdido entre las distancias y los abismos, entre océanos y mares hay una isla, algo pequeña, quizás algo ingenua, pero de gran belleza, sonrisas frescas, primavera eterna, los que allí habitan moran en el paraíso. Aquel lugar, que el mundo intenta tragar es mi hogar, República Dominicana, por el quiero correr.- No podemos cortar ese tronco, denle lo que pide. Mañana vendrá llorando por que le dé migajas de mi pan.
Sr. Sanchez, disculpe mi osado atrevimiento y míreme, míreme de arriba a abajo: mis zapatos estan viejos, mis pantalones ruidos, y mi vestido desgastado, y aunque el hombre feliz no tenia camisa, la mia huele a sudor, a tierra negra, a sangre mulata, a caña, a caliche, a verdes cocoteros, a arena blanca. Sobre mi cabeza una tabla llena de dulce, producto de esta tierra fértil y añejada por las manos afanosas de mi mujer, llevo jalao´, dulce de coco rallao´, dulce de leche cortá´, maní, semillita asá, y hasta el dulce de cajuil. En mi bolsillo no cargo mas que dos pesos para el pan de mañana, por lo demás ya Dios proveerá, ya pues es quien quien vela por el sueño y el sustento de cada dia.
¿Para que el dinero si todo lo que necesitas cae del cielo en forma de bendicion?
Sol, aire, agua y una nación que te ama.


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