
Intenté soñar otra vez,
la oscuridad fue el escenario perfecto
tanto para amarlo como para llorar.
Anoche me despedí de él,
NO LLORÉ,
intenté no pensar en la puca que yacía en el suelo,
fruto doloroso de lo que alguna vez con él,
sin él,
soñé.
Ingenuo me preguntó que "que significó todo aquello?"
aun yo no lo entiendo bien
solo sé que me cansé de esperarlo sentada en un sofá.
Quise ver en un hombre
a aquel amigo que desapareció
tras bajar las escaleras de mi hogar.
Resultaría algo dudoso q te dijera q aun le extraño,
no como hombre,
solo estraño sus hombros
donde solía llorar encontrando el consuelo maldito de sus labios,
fruto bendito de aquella que no los supo valorar.
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